

Este gran herbívoro de 27 metros de longitud fue hallado al oeste de EE.UU. y se trata de un saurópodo del que se ha encontrado el esqueleto completo. Las fosas nasales, que se situaban en la parte superior del cráneo, condujeron inicialmente a los científicos creer que el Diplodocus era un animal acuático. Imaginaron que el dinosaurio se sumergía hasta la parte superior de su cabeza y usaría las fosas nasales como tubos de buceo para respirar. Sin embargo, esto fue descartado, debido a que el animal era muy pesado y no soportaría la presión del agua. La situación de las fosas nasales podría haber permitido que al Diplodocus respirar al mismo tiempo que comía, evitando inhalar los pequeños fragmentos de follaje que arrancaba.